El tráfico de especies en Argentinaes un negocio que significa 400 millones de pesos al año.La pirámide comienza en las provincias pobres del Noreste, donde la captura de estos animales le garantiza la subsistencia a sus habitantes. Pero el mercado ilegal trasciende las fronteras locales y se convierte en un negocio que pone en riesgo la continuidad de especies autóctonas y únicas. Cincuenta especies de mamíferos pueden extinguirse en las próximas décadas. Y el tráfico de animales en Argentina contribuye cada vez más a engrosar esa lista. Proveedores de un mercado ilegal de mascotas, que se extiende de punta a punta del país y que mueve alrededor de 400 millones de dólares al año, ponen en riesgo la continuidad de monos, yaguaretés, papagallos, tucanes, cardenales y otras especies autóctonas. |
La ruta del carayá La variedad de la fauna chaqueña convierte a la provincia en un polo obligado del mercado ilegal. A la vera de la ruta 11, a pocos kilómetros de Resistencia, la oferta de animales exóticos está a la vista. Monos y pájaros se consiguen por apenas 20 pesos. Para la gente, atraparlos y venderlos es casi la única forma de subsistencia. Si bien la necesidad y el hambre convirtieron a la zona en la primera escala del tráfico, el negocio de la fauna va más allá. Ya en Resistencia, en el barrio toba, el precio de los monos es más alto. Y del otro lado del Paraná, en la ciudad de Corrientes, médicos veterinarios se comprometen a conseguir el animal que se pida. Pero, esta vez, el precio alcanza los 100 pesos. Ya en Buenos Aires, lejos de la Mesopotamia, el mismo ejemplar que en Chaco se ofreció por 20 pesos, en el Mercado de Frutos de Tigre, en el delta del Paraná, provincia de Buenos Aires, el costo se multiplicó treinta veces. Y es más o menos el precio con el que se comercializan estas especies en reconocidas veterinarias de la Capital Federal. En Zoopark, en Villa del Parque, por ejemplo, las ofrecen a 400. Especies en peligro El tráfico ilegal de monos, yaguaretés, papagallos, cardenales y ocelotes se concentra en las provincias de Corrientes, Misiones, Formosa y Chaco. Sin embargo, esta es apenas la ruta de salida de un negocio que en Argentina mueve alrededor de 400 millones al año y que está provocando la extinción de especies como el Tatú carreta, que se encuentra en peligro crítico. El mono aullador, el ciervo de los pantanos y el ciervo de las Pampas, el yaguareté, el tapir y el oso hormiguero están en una situación parecida y figuran entre los animales en peligro. |
El comercio ilegal de animales se ubica en el tercer lugar de los delitos de tráfico y es superado sólo por el tráfico de drogas y de armas, según las autoridades de Areas Protegidas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario